Puede ser que se trate de un espejismo. Pudiera ser que estuviera, una vez más, soñando... Sinceramente, no lo sé.
Tan sólo me dejo llevar por tu recuerdo, a veces nítido, a veces difuso.
El péndulo de mi reloj de pared se ha parado por un momento. Cierro los ojos, y te veo. A veces cerca, a veces lejos.
Sabes tan bien como yo que elegimos la opción adecuada: aquélla que no nos dañara... Quizás fuera la más fácil, la más práctica, la más coherente... y la más acertada.
El tiempo lo coloca todo en su sitio... y la distancia pudiera hacer que me olvidara de ti...
Sinceramente, no lo sé.
Tan sólo me dejo llevar por tu recuerdo, a veces nítido, a veces difuso.
El péndulo de mi reloj de pared se ha parado por un momento. Cierro los ojos, y te veo. A veces cerca, a veces lejos.
Me siento rara. Es como si mi pensamiento se hallara en un bucle del tiempo...
Sinceramente, no lo sé.
Tan sólo me dejo llevar por tu recuerdo, a veces nítido, a veces difuso.
El péndulo de mi reloj de pared se ha parado por un momento...
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Los relojes de pared siempre tienen momentos de parada, siempre que no se les haya dado cuerda.
ResponderEliminarDe todas formas, estar pendiente de ellos llega a ser fatigoso. Es ese tic tac obsesivo y aparentemente vivo.
Así es la vida,..., como un péndulo, a veces hacia un lado, a veces hacia el otro..., asi me siento yo, a veces sonrio y a veces lloro, así es mi vida, y asi es la tuya,...como un péndulo.
ResponderEliminarSiempre me he preguntado qué pasaría si cojo el péndulo y lo dejo quieto. Una vez quieto, moverlo hacia el lado opuesto al que se espera que se mueva. El tic-tac prolongado acaba siempre en el estallido de una bomba.
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