Despertó. Por fin despertó. Confundida, miró a su alrededor y observó en silencio que nada había cambiado. La otra mitad de su cama seguía vacía, intacta e impoluta. Ella era menuda de cuerpo y su sueño profundo hacía que apenas se moviera o cambiara de postura una vez que caía en el letargo nocturno.
Miró el reloj. Apenas eran las 9h de la mañana del domingo. La suave brisa matutina se colaba por la rendija de la ventana acariciando su facciones, un tanto adormecidas aún...
No estaba segura de cuánto tiempo llevaba durmiendo... Quizás desde que él abandonara aquella vida prometedora, y la dejara inmersa en un caos ininteligible para cualquier pensamiento humano.
Desorientada e insegura, decidió levantarse y empezar a caminar... No sabía bien por dónde empezaría... Pero resolvió iniciar su nuevo día con una tostada con aceite y tomate, y un té en leche... "Para enfrentarnos al mundo deberemos alimentarnos de esos pequeños detalles que a una le otorgan tanta vida!", se dijo.
Ya era una realidad... Sí, despertó. Por fin despertó...
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Breve pero completo de significación.
ResponderEliminarTe leo entre renglones.
No te detengas, no quedas inmersa en los recuerdos que te hieren, en los sueños que se desvanecen y en las promesas que no se cumplieron. No subas la escalera del futuro, del desconocimiento, de la incertidumbre, pensando cuanto queda por subir, hazlo peldaño a peldaño, con paso firme y siéntete segura, mira a tu alrededor, observa, simplemente observa lo que te rodea y obtén el fruto que alimente tu espíritu ... continúa despierta ...
ResponderEliminarJo... precioso. Me vais a hacer llorar! Así da gusto escribir... teniéndoos como espectadores y participando de mis escritos.
ResponderEliminarSeguiré subiendo mi escalera particular, siempre hacia arriba y siempre hacia adelante! Continúo despierta...!
"No sabía bien por dónde empezar... Pero resolvió iniciar su nuevo día con una tostada con aceite y tomate".
ResponderEliminarEs un giro genial. Qué mejor que una tostada para quitarse la torrija.
jajaja Pues yo a veces prefiero la torrija, sobre todo si es Semana Santa y están en bandejas plástico sumergidas en un mar de almíbar :P
ResponderEliminarjajajaja Sí, pobrecita habladora, en esos casos, también es preferible una buena torrija (de leche)... jajajaja Pero creo que en este relato, la protagonista no estaba en Semana Santa... más bien en la Pascua de Resurrección... y empezando a sentir su alma resucitada!:)
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