Eynala

...jamás se había sentido tan perdida... Sus ojos no sabían hacer otra cosa últimamente que no fuera llorar...

Ella era delgadita y menuda, pero de una fortaleza de mente y espíritu extraordinarios. Hasta este momento, quizás. En el que se sentía débil, vulnerable y más pequeñita que nunca...

Tenía al alcance de sus manos lo que tantos años atrás había perseguido y anhelado. Y paradójicamente (cómo somos muchas veces los humanos), ahora que ya lo tenía en su poder, dudaba si realmente sería feliz con ello.

Su corazón vivía ahora las secuelas de todos los sufrimientos vividos hasta entonces... y era imposible no sucumbir ante tal dolor.

Confiemos en el tiempo, mi pequeña. Estoy segura que con paciencia, constancia, amor, entrega, dedicación... volverás a hallar ese estado de equilibrio tan deseado.

Estoy segura de que junto a ti se encuentra uno de los grandes pilares de la escalera para llegar a tu cielo...

Mi pequeña, empieza a tejer con hilos de esperanza un mundo nuevo. El tuyo. El vuestro. Dejando atrás los miedos, las inseguridades, las frustraciones...

¡Tu nuevo día está a punto de comenzar! Sueña, crea, respira, vuela... y que llegues muy alto!

http://www.youtube.com/watch?v=xjYKbIk5MKM