Esta noche, el cielo me acompañó con sus lágrimas... Y no le di entrada a Morfeo para que me arrastrara, quizás, a un mundo maravilloso...
Mi alma, despedazada en mil teselas, se buscan unas a otras para poder reconstruirse... Una herida más para mi corazón que espera poder cicatrizar, sin que ello le impida seguir latiendo con ilusión y fuerza...
Una vez más, comienzo una nueva etapa... Así es la vida: ir y venir, bajar y subir, reir y sufrir... pero siempre SENTIR!
Dicen que los caminos del Señor son inexcrutables... No sabemos por qué nos ocurren las cosas, pero de lo que estoy completamente segura es que cada experiencia, cada vivencia, es un aprendizaje y es lo que nos hace construirnos, madurar y forjarnos como personas.
Para mí ha sido un verdadero placer acompañarte en tu camino y compartir durante este tiempo nuestras vidas...
Sé que nos espera algo grande para los dos... Hasta entonces, a seguir caminando... Y luchando por lo que queremos, sin desfallecer...
Hasta siempre.
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Un poquito de luz para ti, desde estas letras. Me gusta lo que has escrito; y aún más cuando pienso que lo crees tal y como está expresado. Suerte en tu nueva etapa. Un abrazo. Una sonrisa.
ResponderEliminarGracias, Chiado...
ResponderEliminarSí, lo creo así... pero qué duro se hace el camino...