(A ti)
Quisiera cerrar los ojos, encontraros en aquel lugar donde
reposa vuestra alma inmortal, en el abismo del recuerdo fiel de vuestra imagen,
de vuestro olor, de vuestra voz…
El viento sigue escapándose entre las ramas de los árboles,
y su arrullo llega a mis oídos como las olas, en el sosiego del ocaso, a la
orilla… y de nuevo, os siento cerca.
El tiempo transcurre, pero
vuestra memoria continúa impertérrita en mi ser.
Y seguimos caminando…